Mantenimiento proactivo en la industria minera: Claves para una operación segura y eficiente

Con visión estratégica, tecnología y personal calificado, el mantenimiento proactivo se posiciona como un pilar clave para lograr operaciones mineras más seguras, sostenibles y rentables.

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En un entorno de alta exigencia operativa como el sector minero, el mantenimiento de equipos y sistemas es un factor determinante para garantizar la seguridad, la continuidad productiva y la eficiencia de las operaciones. En este contexto, el enfoque de mantenimiento proactivo se ha consolidado como una estrategia fundamental para prevenir fallas, reducir costos y maximizar la vida útil de los activos críticos.

A diferencia de modelos reactivos, en los que las reparaciones se realizan solo cuando ocurre una avería, el mantenimiento proactivo se anticipa a los problemas mediante una combinación de monitoreo constante, análisis predictivo y acciones preventivas programadas. Esta filosofía permite minimizar tiempos de inactividad no planificados, evitar accidentes laborales y mejorar la disponibilidad de equipos clave como chancadoras, fajas transportadoras, camiones mineros y sistemas eléctricos.

El mantenimiento proactivo permite a las compañías mineras pasar de un modelo correctivo a uno basado en la gestión del riesgo. No se trata solo de reparar, sino de entender el comportamiento de los equipos y actuar antes de que ocurra un evento crítico.

Entre las claves para desarrollar un mantenimiento proactivo eficaz se encuentran:

Implementación de tecnologías de monitoreo en línea, como sensores de vibración, temperatura y presión, que permiten detectar anomalías en tiempo real.

Uso de inteligencia artificial y machine learning para identificar patrones de desgaste o fallas incipientes y tomar decisiones informadas con base en datos históricos y condiciones operativas.

Capacitación continua del personal de mantenimiento, para interpretar la información técnica y ejecutar intervenciones con precisión.

Gestión integral de repuestos y recursos logísticos, para garantizar que las piezas necesarias estén disponibles cuando se requieran, reduciendo demoras.

Integración de plataformas digitales, como sistemas de mantenimiento asistido por computadora (CMMS), que organizan tareas, alertas y reportes en tiempo real.

Adicionalmente, la integración de estrategias como el mantenimiento centrado en confiabilidad (RCM) y la planificación basada en condiciones reales de operación permite diseñar planes ajustados a la criticidad de cada componente, optimizando recursos y mejorando el desempeño global de la planta o mina.

En un contexto donde cada hora de parada no planificada representa pérdidas significativas, adoptar una cultura de mantenimiento proactivo no solo es una buena práctica, sino una ventaja competitiva. La minería moderna exige una visión integral del mantenimiento como parte del sistema productivo y no como un área aislada.

Con visión estratégica, tecnología y personal calificado, el mantenimiento proactivo se posiciona como un pilar clave para lograr operaciones mineras más seguras, sostenibles y rentables.

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Fuente: Tecnología Minera